Receta de Croquetas de mejillones y sardinillas
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Las croquetas son un plato económico y muy popular, que gusta tanto a pequeños como a mayores. Por ello es una preparación muy recurrente en el menú semanal de muchas familias. Como alternativa a las típicas croquetas de jamón, os proponemos unas croquetas de mejillones y sardinillas. Para la elaboración de estas croquetas “marineras”, tiraremos de mejillones y sardinillas en conserva, que seguro que tenemos en la despensa.
Ingredientes para croquetas de sardinillas y mejillones
Receta para 4 personas
- 1 lata de mejillones en conserva
- 1 lata de sardinillas en conserva
- 3 huevos
- Pan rallado
- 1 cebolla
- 40 gr. de harina
- 500 gr. de leche desnatada
- 40 gr. de aceite de oliva
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¿Cómo preparar croquetas de mejillones y sardinas en lata?
Aunque tradicionalmente las croquetas de sardinillas y mejillones han sido un recurso para aprovechar la carne utilizada para cocinar una sopa, las conservas son un ingrediente ya elaborado que tenemos siempre a mano. Además, en el caso de que tengamos niños en casa, conseguiremos que estos coman uno de los alimentos que menos les gusta y que es necesaria para su alimentación; el pescado.
1. Preparar la bechamel para el relleno:
- Calentar 3-4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra en una sartén grande a fuego medio.
- Añadir una cebolla mediana cortada en brunoise (trozos pequeños y uniformes) y sofreír durante unos 5-7 minutos. Remueva ocasionalmente, hasta que esté dorada y translúcida, lo que permitirá liberar todo su dulzor y sabor. La cebolla debe quedar bien pochada para aportar dulzura y textura a la bechamel.
- Agregar la harina de trigo a la sartén y mezclar bien con la cebolla. Luego cocinaremos la mezcla durante 2-3 minutos, removiendo constantemente para tostar la harina y eliminar su sabor crudo. Es importante no dejar de remover para evitar que se formen grumos y conseguir una bechamel suave y homogénea.
2. Incorporar la leche caliente:
- Calentar 500 ml de leche desnatada y añadirla poco a poco a la sartén, sin dejar de remover. Vierta la leche gradualmente mientras se remueve vigorosamente con unas varillas o una espátula de madera para conseguir una bechamel sin grumos.
- Continuar removiendo hasta que la mezcla espese y tenga una consistencia suave y cremosa. Este proceso puede llevar unos 10-12 minutos a fuego medio-bajo. Si la bechamel está demasiado espesa, se puede ajustar con un poco más de leche caliente.
3. Añadir los mejillones y sardinillas:
- Abrir la lata de mejillones en conserva y escurrir bien el líquido. Hacer lo mismo con la lata de sardinillas. Trocear los mejillones y las sardinillas en pedazos pequeños y añadirlos a la bechamel.
- Mezclar bien hasta que los mejillones y sardinillas estén bien integrados en la masa. Ajustar de sal y pimienta al gusto, teniendo en cuenta que los mejillones y las sardinillas ya contienen algo de sal. Remover durante un par de minutos más para que los sabores se integren bien en la bechamel.
4. Dejar reposar y enfriar la masa:
- Verter la masa en una bandeja o fuente amplia, extendiéndola para facilitar el enfriado. Cubrir con papel film, presionando directamente sobre la superficie de la masa para evitar que se forme costra.
- Dejar templar a temperatura ambiente y luego refrigerar durante al menos 2 horas, o hasta que la masa esté completamente fría y sólida. Este paso es esencial para que las croquetas mantengan su forma al moldearlas.
5. Formar las croquetas:
- Con las manos ligeramente enharinadas o usando dos cucharas, tomar porciones de masa y formar pequeñas bolas o cilindros del tamaño deseado.
- Colocar las croquetas formadas en una bandeja y mantenerlas en el frigorífico mientras preparas el rebozado, para asegurar que conserven su consistencia firme.
6. Rebozar las croquetas:
- Batir 3 huevos con una pizca de sal en un bol amplio. Preparar otro recipiente con pan rallado.
- Cogemos las bolas que hemos hecho con la masa y los pasamos por huevo batido y pan rallado, asegurándose de cubrirlas bien por todos lados. Para un rebozado extra crujiente, se puede repetir el proceso (huevo y pan rallado) una segunda vez.
7. Freír las croquetas:
- Calentar abundante aceite de oliva en una sartén profunda o freidora a 180°C. Asegúrate de que el aceite esté bien caliente antes de empezar a freír, para que las croquetas queden doradas y crujientes sin absorber demasiado aceite.
- Freír las croquetas en tandas pequeñas, para evitar que la temperatura del aceite baje bruscamente. Cocinarlas durante unos 2-3 minutos o hasta que estén doradas y crujientes por fuera.
- Retirar las croquetas con una espumadera y colocarlas sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.
8. ¡Servir y disfrutar!
- Servir las croquetas bien calientes, acompañadas de una rodaja de limón o una salsa de tu elección, como alioli o mayonesa. Disfruta de estas croquetas crujientes por fuera y cremosas por dentro, con un delicioso sabor a mariscos en cada bocado.
Consejos para hacer croquetas de sardinas y mejillones perfectas
Para unas croquetas de sardinillas y mejillones crujientes y doradas por fuera, pero cremosas por dentro, asegúrate de enfriar bien la masa antes de darle forma. Esto facilita el moldeado y evita que se deshagan al freírlas. Además, como hemos mencionado antes, al freír, utiliza aceite bien caliente (180°C) y en abundancia para que las croquetas se sellen rápidamente, evitando que absorban demasiado aceite y queden grasientas. ¡Y recuerda freírlas en tandas pequeñas para mantener la temperatura del aceite constante!
Nunca había probado unas croquetas de mejillones y sardinillas, es una auténtica innovación deliciosa y super fácil de preparar. Muchas gracias por el post.