Despedimos la costera de la anchoa del cantábrico con buen sabor de boca

Con la entrada del verano termina las costera de la anchoa en el mar cantábrico, que suele darse en los meses de primavera. Es momento de despedirse de la anchoa hasta el año que viene, aunque con el buen sabor de boca de haber aprovechado todo el potencial que nos reporta este pescado. Ahora toca ponerse manos a la obra con el que es nuestro otro tesoro del cantábrico: el bonito del norte.

Costera de la anchoa. Época de pesca y preparación de la anchoa.

En los tres meses que dura la costera de la anchoa, los puertos de todo el cantábrico se llenan de kilos y kilos de esta pequeña joya. Es una de las épocas del año en la que más ajetreo hay en las cofradías, ya que a las descargas de la anchoa se le suma también el verdel. Pescadores, neskatilas, compradores, trabajadores de la cofradía y curiosos de todo tipo son parte de este gran revuelo que alegra los puertos durante stos meses.

Costera de la anchoa del cantábrico

Las conserveras no nos quedamos cortas. A las fileteadoras de anchoa que trabajan durante todo el año se les suman decenas de personas que trabajan en la preparación de la anchoa durante la costera. Esto supone que el movimiento dentro de las conserveras se multiplica, con un trajín de camiones, barreños, cestas y barriles; y jornadas interminables de trabajo. Son, sin embargo, los días del año que con más cariño se recuerdan.

Y es que la anchoa es un pescado que debe ser elaborado en fresco. Parte va a las latas en salazón y parte va a los barriles con sal. Estos últimos se dejan madurar durante meses y después se filetea la anchoa madura durante el resto del año.

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